Esoterismo encubierto "La Libertad de Creer"
Hay poderes que no vienen de Dios y se nos muestran encubiertos con prácticas esotéricas, ritos orientales y otros engaños que no son cristianos.
Hay personas que hacen reiki, yoga, acuden a sanadores que dicen que tienen don, pero ten en cuenta que también hay dones maléficos y sólo hay una Verdad: CRISTO.
Como potente faro de luz sobre nuestra conciencia tenemos la palabra de Dios. A cada don que Dios nos da por medio de Su Espíritu Santo, el enemigo contrapone un engaño.
Si no son prácticas que Jesús enseñó, no las sigas y sigue a Cristo. En las enseñanzas que EL nos dejó en el Evangelio, está el verdadero camino a la Vida eterna.
No te dejes engañar, ofrecen soluciones mágicas, la adquisición de poder, pero la Biblia es clara, lee -1Corintios 3,18; -Efesios 4,17-18; -1Tesanonicenses 5,20-21; -1Timoteo 6,20-21; -2Timoteo 3,7-8; -Tito 1,16; -Hebreos 5,11-12; -1Juan 4,1
Ya Juan Pablo II dijo: «Es fuerte el impulso de creer en los falsos mitos del éxito y del poder; es peligroso abrazar conceptos evanescentes de lo sagrado que presentan a Dios bajo la forma de energía cósmica, o de otras maneras no concordes con la doctrina católica. ¡Jóvenes, no creáis en falaces ilusiones y modas efímeras que no pocas veces dejan un trágico vacío espiritual!» -Juan Pablo a los jóvenes 26 Agosto 2004. Catecismo de la Iglesia Católica: 201 A Israel, su elegido, Dios se reveló como el Único: "Escucha Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza" (Dt 6,4-5). Por los profetas, Dios llama a Israel y a todas las naciones a volverse a Él, el Único: "Volveos a mí y seréis salvados, confines todos de la tierra, porque yo soy Dios, no existe ningún otro [...] ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará diciendo: ¡Sólo en Dios hay victoria y fuerza!" (Is 45,22-24; cf. Flp 2,10-11). 202 Jesús mismo confirma que Dios es "el único Señor" y que es preciso amarle con todo el corazón, con toda el alma, con todo el espíritu y todas las fuerzas (cf. Mc 12,29-30). Deja al mismo tiempo entender que Él mismo es "el Señor" (cf. Mc 12,35-37). Confesar que "Jesús es Señor" es lo propio de la fe cristiana. Esto no es contrario a la fe en el Dios Único. Creer en el Espíritu Santo, "que es Señor y dador de vida", no introduce ninguna división en el Dios único: «Creemos firmemente y confesamos que hay un solo verdadero Dios, inmenso e inmutable, incomprensible, todopoderoso e inefable, Padre, Hijo y Espíritu Santo: Tres Personas, pero una sola esencia, substancia o naturaleza absolutamente simple (Concilio de Letrán IV: DS 800).
|