QUÉ PODERES DA EL DIABLO
Es bien sabido que los demonios “no dan nunca nada a cambio de nada” siempre hay precio de eternidad.
El que se deja vencer por su propia ambición, ha de saber que tendrá que pagar su deuda al diablo y es posible que empiece pagandola aquí perdiendo todo y destruyendo su vida y su hogar.
Hemos de pedir con insistencia la misericordia infinita de Dios que a todos puede perdonar si se arrepienten.
La Palabra dice,
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes." (Efesios 6:12).
Todos los que no desean que se cumpla en ellos la Voluntad Divina, están bajo el control del diablo (Hechos 26:18; 2 Corintios 4:4).
La Biblia dice que los cristianos renacidos ya no son esclavos de Satanás o del pecado (Romanos 6:6-7), pero con esto no nos está diciendo que no seamos débiles para no ver las tentaciones que él diablo pone ante nuestros ojos, muchas veces con el engaño de hacernos creer que Dios sólo quiere el bien para nosotros, por tanto nos tienta para rechazar las pruebas que Dios Padre puede enviarnos para fortalecer nuestra fé, para purificarnos aquí en la tierra.
En Santiago 4:7 dice, "Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.”
Para vencer los ataques del diablo, los cristianos debemos imitar a Cristo, somos sus discipulos, sus seguidores, confiemos en Él que es quien derrotará a las fuerzas del mal. Cristo, cuando fue tentado por Satanás, no entabló ninguna pelea, le respondió con la Escritura (Mateo 4:1-11).
Dios nos ha dado Su armadura para luchar contra el mal (Efesios 6:10-18).
Los que contradicen la verdad [...] están enredados en los lazos del diablo, que los tiene presos a su arbitrio. 2 Tim 2, 25-26.
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