ERRORES SOBRE LA NATURALEZA DE JESÚS. CONOCE LA VERDAD
05-Dic-2013, 3:19 AM
El Corazón de Jesús en el Catecismo de la Iglesia Católica
Clarificando conceptos separatistas y segmentarios, errores que han negado la condición divina de Jesucristo.
Todavía tienen actualidad en nuestro tiempo y hay que estar conscientes de ellos.
Jesucristo es Dios hecho hombre con todas las consecuencias, sin dejar de ser Dios ha pasado por todas nuestras miserias, las conoce bien y tiene naturaleza humana a la vez que divina. (Catecismo punto 4) Son naturalezas no opuestas sino cooperantes, sin hacerse resistencia ni oposición, estando unidas a la voluntad omnipotente del Padre.
La voluntad humana de Jesucristo en Getsemaní dijo: "Hágase Padre como Tu como quieras"
Cristo en cuanto es Dios y hombre, tiene dos naturalezas unidas, pero no confundidas, es nuestro Señor y verdadero Hijo de Dios.
La Escritura abiertamente llama Hijo de Dios al que nació de la Virgen (Lc. 1: 32,43), y a la misma Virgen, madre de nuestro Señor.
-Conoce bien este tipo de errores sobre Jesucristo porque en la actualidad siguen existiendo.
A esta unión de la naturaleza humana con la naturaleza divina en la Persona del Hijo se llama unión hipostática. La Iglesia aclaró esta verdad de fe durante los primeros siglos frente a las herejías y errores que la falseaban, como:
-el "docetismo" que negaba que la Humanidad de Cristo fuera verdadera (decían que era aparente); esto fue rechazado por los Apóstoles (cfr. I Ioann 4,2-3; Catecismo, 465);
el "arrianismo" (herejía de Arrio), que es un error sobre la Divinidad de Cristo; decía que el Hijo de Dios "era de una substancia distinta de la del Padre". El Concilio de Nicea (a. 325) enseñó que el hijo es "de la misma substancia (homousios) que el Padre" (Catecismo, 465).
el "nestorianismo" (de Nestorio), que decía que en Cristo había dos personas, una divina y otra humana. El Concilio de Efeso (a. 431) enseñó que en Cristo hay una sola Persona, la divina, que ha asumido una naturaleza humana. Este Concilio proclamó que María es "Madre de Dios" (Theotokos) (cfr. Catecismo, 466).
el "monofisismo" ("una-naturaleza": error de Eutiques), que decía que en Cristo hay una sola naturaleza. El Concilio de Calcedonia (a. 451) condenó esta herejía enseñando que en Cristo hay dos naturalezas, la divina y la humana, "sin confusión, sin cambio, sin división, sin separación" (DS 302; cfr. Catecismo, 467);
Para salir al paso de otros errores, el quinto Concilio Ecuménico (Constantinopla, a. 553), confesó: "No hay más que una sola hipóstasis [o persona], que es nuestro Señor Jesucristo, uno de la Trinidad" (DS 424).
"Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto (cfr. DS 255), no solamente los milagros sino también los sufrimientos (cfr. DS 424) y la misma muerte: «El que ha sido crucificado en la carne, nuestro Señor Jesucristo, es verdadero Dios, Señor de la gloria y uno de la Santísima Trinidad» (DS 432)" (Catecismo, 468).
Me parece un vídeo muy clarificador. Lo veré de nuevo porque no tiene desperdicio y es cierto que algunos de estos errores son herejías de nuestro tiempo hay que tener sumo cuidado para permanecer en la verdadera fé en Cristo y Su Iglesia.
Que Cristo era en parte Dios y en parte hombre no es verdad.
La verdad es que el Verbo se hizo carne, Jesús no se transformó de la divinidad en humanidad, sino que asumió la naturaleza humana, (alma y cuerpo), pero sin dejar de ser la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.
Dice el Catecismo:
"La Encarnación del Hijo de Dios no significa que Jesucristo sea en parte Dios y en parte hombre, ni que sea el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo humano. Se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser verdaderamente Dios. Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre" (Catecismo, 464).
Jesucristo no son dos personas, es una sóla persona, la 2ª de la Santísima Trinidad con dos naturalezas unidas y distintas: Dios y hombre.
Los puntos principales están en el Catecismo, del punto 470 al 478 aclaran la identidad humana de Jesús y del punto 599 al 618 aclaran la Redención, la acción salvadora de Jesús.