TESTIMONIO IMPACTANTE: Actriz atacada por el Demonio ( Claudia Koll)
A pesar de haber nacido en una familia católica fue arrastrada por el
mundo, la fama.
Claudia Koll da su testimonio de vida.
En Italia fue una actriz de éxito, durante años estuvo en el cineerótico.
Pero desde su experiencia ha cambiado el mundo del espectáculo, por el espectáculo de ser
protagonista al servicio de Jesucristo, al servicio de los que necesitan sentirse ayudados y amados por
Dios.
Ella ahora usa sus manos para los demás y ayuda en proyectos de voluntariado, para trabajar en África con
los niños enfermos de Sida o para estar con los jóvenes actores en la nueva academia «Star Rose
Academy,» con sede en Roma, que forma a jóvenes artistas apostando por los valores cristianos profundos.
Así cuenta su experiencia de cambio, su encuentro con Cristo:
«Un día entré en la iglesia de Santa Anastasia, en Roma»,
«Buscaba, de alguna manera, la ayuda de Dios.
Se me acercó un sacerdote y me dijo:
"¿Qué quieres de Él?".
Yo le dije:
Nada, soy una pecadora.
Cuando me hizo la señal de la cruz en la frente, sentí que mi corazón se abría y se llenaba de Jesús.
Las rodillas se me doblaron, me tuve que sentar y empecé a llorar...
Era la respuesta del Señor».
«Hasta hace poco tiempo pensaba que yo era una mujer que amaba mucho, pasional, que consumaba las
historias pero no me satisfacían»,
«Comprendí que el amor que había buscado siempre por caminos equivocados era el amor que deseaba
desde el corazón, el que todos los corazones desean: la presencia de Dios.
Comencé a degustar la vida y a entender que el Señor me empujaba a vivir sin miedo, porque Él estaba a mi
lado»,
«Utilizan nuestra debilidad»
«El mundo del espectáculo me ha utilizado»,
«el mundo utiliza nuestra debilidad y nos golpea allí donde somos más frágiles. Por esta sed de amor me vi
envuelta en historias equivocadas»,
«Quería probar emociones fuertes, pero nadie realmente me había enseñado a vivir.
Lo más extraordinario para mí ha sido descubrir que el Señor venía en mi ayuda, a pesar de mi condición de
gran pecadora. Pero después de haber herido el corazón de Dios, he sentido que Él, en el momento en el
que más lo necesitaba, venía a socorrerme.
Nada me bastaba, no estaba contenta de verdad con nada, siempre estaba buscando algo más.
Nadie me había enseñado la fidelidad y ni siquiera era capaz de expresar gestos de amor, no sabía amar»,
Hoy, Claudia Koll ha encontrado al Amor del amor, de todo amor, el que sobrepasa barreras, al que nadie
puede contener, El es Dios, Jesucristo, EL es el más grande y ahora se sabe querida y perdonada.
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