Tal vez te has preguntado por la suerte diferente que tienen sanos y enfermos. Tal vez seas de aquellos que piensan que el dolor y la enfermedad no es bendición ...¡estas equivocado! Cuando termines de ver este documento te darás cuenta del inestimable tesoro que pueden ofrecer a Jesucristo todos los que sufren de cualquier modo:
Alexandrina y la Consagración del Mundo al Inmaculado Corazon de María
La Consagración que hizo el papa Pio XII fue fruto del insistente pedido de Jesús a la beata Alexandrina, desde 1935 a 1942, quien inmovilizada desde su cama vivió una vida de intensas experiencias místicas en comunicación constante con Jesús, de quien fue un doliente instrumento.