Su fundador es san Francisco de Paula que nació en Paula un pueblo de Italia y ya desde sus 14 años se retiró siendo ermitaño.
Cada familia religiosa toma un misterio de Jesucristo, según el fundador: la humildad, la penitencia, la oración, la pobreza,
la humillación, la sencillez. Las monjas mínimas tienen el carisma de la humillación, la pobreza, el ser pequeños, sencillos entrega a los demás la oración.
Este carisma lo viven empezando con la consagración total de su vida a Dios renunciando a todo para vivir para EL sólo para todos los demás y continuamente estamos en sus oraciones, cada uno de los hombres del mundo entero.