El peligro proviene de todo lo que mueve al pecado, sea interno o externo al pecador.
La diferencia con la ocasión de pecar estriba en que ésta se refiere a las circunstancias exteriores por las que alguien se encuentra en peligro de pecado; sin buscarlas directamente, que se presentan o imponen desde fuera.
Ahora bien si el peligro procede de sus pasiones, de la debil vo
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- No todos los que mueren, lo hacen en gracia de Dios, es decir sin pecado, pero puede ser que su pecado no sea mortal digno de la condenación eterna pero ha merecido purificación para tras ella entrar en la presencia santísima de Dios Trinidad.
Por eso seguimos la Biblia Palabra de Dios (Macabeos), en donde indica que son eficaces para su purificación nuestras oraciones y actos de caridad.
Por eso ofrecemos misas a nombre de almas concretas de difuntos, porque la oración más eficaz es la accion de gracias mediante la EUCARISTÍA.